LAS COMPARACIONES, SON ODIOSAS.

Sergio Pellicer, e Ibon Navarro. Ibon Navarro, y Sergio Pellicer. Tal como dista una regla matemática, el orden de los factores no altera el producto. O al menos es así como yo entiendo la relación que debería mantenerse entre Málaga CF y Fundación Unicaja Baloncesto. Teniendo en cuenta, que no son pocos los fieles que compaginan el Martín Carpena y La Rosaleda, opinar sobre esto incluso, debería ser algo extraño. Desgraciadamente, en algunos casos no lo es. 

Estoy cansado. Francamente cansado de una fractura inexistente, pero que muchos directa o indirectamente se empeñan en abrir. Cuando Unicaja se hizo con la Supercopa de España el pasado 22 de septiembre, no faltaron las felicitaciones ni los reconocimientos por parte de una ciudad que disfruta del buen momento de su equipo de baloncesto. No faltaron tampoco por supuesto en nuestro tercer ejemplar, pues aunque no se hable de baloncesto, Unicaja es otro equipo más de nuestra ciudad y se merece todo el respeto y reconocimiento posible por sus méritos y logros en los últimos tiempos.

El problema viene, cuando en la sección de comentarios digitales de los medios tradicionales, y diversas redes sociales te encuentras la primera comparativa rancia, y a su vez absurda. "A ver si el Málaga va tomando ejemplo, que falta le hace."  Originalidad ante todo, mientras visten a la vez que comentan, la camiseta de Kylian Mbappe, comprada en Muelle Uno días atrás. Pero ojo. No les digan ustedes nada. Ellos son más malagueños que nadie, y más que usted, y que yo. 

Pasan los días, y el Málaga CF se enfrenta al Elche en casa. Antes de ese partido, como algo normal y frecuente, Unicaja juega en casa de nuevo. Obtiene una victoria por 90-73. A muchos les toca compaginar Carpena con La Rosaleda. Y aquí es cuando para mi, viene el problema más grave. Aunque en su gran mayoría, los fieles al Carpena y a La Rosaleda entienden perfectamente que las situaciones de ambos equipos no son ni por asomo las mismas, otros, justifican la marcha del estadio a 15 minutos del final del partido, porque claro, ya se sabe "es que Unicaja ha jugado tan bien, que vengo a ver esto, y me deprimo. Por eso me marcho antes." Flaco favor le hacen ustedes a los equipos de su ciudad.  

Voy a tirar un poco de memoria. Temporada 2012-13. El Málaga, saborea las mieles de la UEFA Champions League. Unicaja, queda noveno en liga, y sin play-off. Nunca escuché a nadie decir aquello de que se iba antes del Carpena, por lo bien que jugaba el Málaga en aquel entonces midiéndose de tú a tú con los grandes de Europa. Nunca. Y es que las malas etapas vienen y van para todos. 

Les voy a pedir una cosa. Dejen de hacer este flaco favor a los equipos de su ciudad. Esto no está bien. Y no lo está, porque Unicaja y Málaga, están condenados a entenderse. La ilusión por el deporte de una ciudad reside en ellos, al igual que en todos los equipos y deportistas de esta ciudad. Porque, es deporte nacional encumbrar a alguien, para luego pegarle la patada, y pisotearle. Hay mejores excusas para poner, que la primera derrota del curso en casa. Hay mejores excusas, que mirar a la grada de animación y decir que se les permite quedarse más tiempo, mientras que otros, en el 80 de partido estaban ya fuera.

Sergio Pellicer, e Ibon Navarro. Ibon Navarro, y Sergio Pellicer. Málaga CF y Fundación Unicaja Baloncesto. Fundación Unicaja Baloncesto, y Málaga CF. No son incompatibles. No son enemigos. Nos hacen disfrutar por igual cuando ganan. Nos duele por igual, cuando pierden. Dejen de usar a ambas entidades como armas arrojadizas en una fractura, que no tiene ni tendrá lugar. Somos Málaga. Somos, Unicaja.