Fotografía: Alfredo Ginés
Con el cambio de hora, con frio, y con un cielo que amenazó lluvia durante todo el partido, el Málaga CF, se reencontraba con su afición tras otro empate más en Tenerife y tras no haber dejado buenas sensaciones en la isla. Con toda la carne en el asador, con un Sergio Pellicer, que en la rueda de prensa pre-partido no dudó en pedir que se dejasen el alma y con las ganas de sacudirse las malas sensaciones, arrancó un choque vital para las aspiraciones de ambos equipos.
UN MÁLAGA MAS RECONOCIBLE EN LA PRIMERA PARTE DEL CHOQUE.
Después del pitido final en Tenerife, quedaron muchas dudas, sobre el rendimiento del Málaga CF en la última serie de partidos. En la primera parte del choque, consiguió disiparlas. Dioni, a los 30 segundos de partido ya daba el primer aviso, tras un centro de Jokin, mandando el primer balón de ataque fuera. Kevin, puso a prueba a Fuzato, con un disparo lejano, pero buscando la escuadra de la meta armera. Dio el primer aviso para el Eibar, Corpas, que con una bonita intervención por banda a la cual no llega Einar, hizo que el meta toledano sacase la primera parada de la tarde. No se achantó el Málaga. Quería más. Y las llegadas al área aunque sin peligro, no dejaban de sucederse. Fue en el minuto 15 cuando otro disparo de Kevin, generó un balón suelto en el área tras el despeje del meta visitante, que David Larrubia, aprovechó para marcar el 1-0 y hacer que la afición malaguista gritase su monosílabo favorito, el del gol tras muchos minutos. Hubo revisión de VAR para corroborar que Dioni no tocó esa pelota (El 17 si que estaba en fuera de juego) pero finalmente, entró. Primer golpe sobre la mesa de los chicos de Pellicer en este mediodía de domingo.
Fotografía: La Liga HyperMotion
Siguió creciendo el Málaga en el encuentro conforme transcurrían los minutos. A la media hora de juego, David Larrubia, casi puso el 2-0, probando a tirar desde fuera del área. Se le reclamaba a este Málaga buscar los tiros desde fuera, animarse más, y creer más en estas jugadas. Hoy, lo pudimos ver en la primera parte del choque. Un despliegue ofensivo más efectivo, mas amplío, y sin miedo ni complejos. Volvió a dar el susto el Eibar en otro córner, que con una salida un tanto precipitada de Herrero, pudo costar un gol. Hasta los mejores se equivocan, pero son capaces de rectificar a la siguiente ocasión, cuando en dos tiempos, un disparo de Corpas fue atajado con maestría en dos tiempos por el meta malaguista. Un día más en la oficina para Alfonso Herrero.
Fotografía: La Liga HyperMotion TV
POLÉMICA ARBITRAL EN LA SEGUNDA PARTE. UN PENALTI NO PITADO AL MÁLAGA PUDO AUMENTAR LA VENTAJA.
Doble cambio en el Eibar para empezar la segunda parte, y un Málaga que con los mismos once, siguió el esquema pautado en la primera parte. No tener miedo. Buscar el gol y aumentar distancias. Fue en el minuto 53, tras un buen inicio de la segundad mitad cuando, Peru Nolaskoain, jugó al volley-ball en su propio área. El VAR llamó al arbitro para revisar el posible penalti, pero el colegiado del encuentro, Perez Hernández, con la clamorosa mano en imagen revisada desde distintas tomas, consideró que era un balón rebotado, que no interfería en el juego, y no pitaba el penalti. Ver para creeer.
UN DUELO TREPIDANTE EN LA SEGUNDA MITAD NOS DEJÓ UN BONITO PARTIDO.
Ni Málaga ni Éibar dieron el choque por sentenciado con el 1-0. Carrusel de cambios en el Málaga, con la entrada de Aaron Ochoa y Antoñito Cordero, y de Izan Merino, que también sustituyó a Luismi, tocado en el momento de su sustitución allá por el minuto 72. El conjunto vasco, por medio de Corpas, que siguió probando a Herrero, buscaba el empate, y el conjunto local, por medio de Manu Molina, que puso un centro chut que se marchó fuera por poco, y un mano a mano de Dani Lorenzo, que atajaba Fuzato con las piernas para evitar el segundo tanto.
El choque se rompió en el minuto 75. Por medio de un peligrosisimo córner, que casi fue gol olímpico y que sobre la línea, de nuevo Manu Molina tuvo que salvar un tanto, el Málaga salvaba de nuevo los muebles y el empate. A renglón seguido, David Larrubia, en jugada invididual tuvo de nuevo el segundo en sus botas tras dos bonitos recortes en el área. En los últimos cinco minutos, el choque se recrudeció por momentos. Juego duro, un Eibar que buscaba la meta y no la encontraba, y un Málaga que no encontró el segundo, pero si que supo aguantar el resultado.
Que ganas teníamos de contar esto. Y es que una victoria del Málaga sabe y muy bien tras tantas jornadas sin conocerla. Con de nuevo, la efectividad, como asignatura pendiente porque el choque se pudo haber ganado con más, y sin querer pecar de conformismo, el bálsamo de haber conseguido los tres puntos, sabe a auténtica gloria.
Añadir comentario
Comentarios